Una nueva actividad del curso que estoy haciendo me llevó a la creación de una tarea calificada mediante rúbrica. ¡Menos mal que ya había hecho mis pinitos en las rúbricas! Y desde luego hoy no era el día para mis aventuras técnicas.
La tarea en sí no me pareció demasiado complicada, eso me dije al empezar. Tenía claro que iba a hacer, iba a pedir que me hiciesen lo que yo llamo un “resumen-esquema-chuleta”. Un esquema en el que resaltar los contenidos importantes del tema que estemos dando, la manera de “atacar” a los problemas o ejercicios... algo parecido a lo que hago yo en la pizarra cuando explico algo.
La elaboración de la rúbrica no fue perfecta, lo sé. Principalmente por que la hice un poco rápido y con rúbricas no se debe trabajar rápidamente. Pero quería hacer la actividad y ando un poco agobiada con todo el trabajo que se me va acumulando (correcciones, reuniones de equipos docentes, clases semipresenciales...). Y como os decía no fue el día.
Primero cree la tarea con rúbrica creada. Eso me creía. Cuando entré para realizarla como alumna no me salía la rúbrica lo que ya me mosqueó y finalmente resultó que no la había guardado así que tuve que hacerla nuevamente. Luego hice la actividad como alumna en plan rápido, como si fuese una alumna que sólo quiere enviar algo para que conste como entregado. Pues bien, no me reconocía el formato al tratar de evaluarlo...Cuando califiqué a la alumna tampoco me lo guardo porque en ese momento la conexión de mi casa dijo que no tenía ganas de trabajar en un rato... en fin, que hay días o tardes en que parece que no se ponen de parte del trabajo (igual me están diciendo que lo deje y me vaya a jugar al tenis...)
Finalmente, y para no enrollarme demasiado he creado la tarea, con rúbrica incluida, valorado a la alumna y enviado la actividad a mi tutor. Ahora a descansar un poco y a terminar de leerme los contenidos del bloque en el que estamos